¿Ayudar a la cárcel o a la enseñanza?

Dos políticos, uno joven y otro más mayor, están de campaña
electoral visitando organismos públicos.

 En primer lugar visitan un colegio de un barrio periférico donde el director les dice: tenemos muchos problemas, por favor ayúdennos, la
calefacción no funciona y los niños pasan frío, el techo del comedor corre riesgo de derrumbe por las permanentes goteras, los sanitarios están casi
todos rotos, nos faltan platos y cubiertos para el comedor porque se han ido rompiendo o perdiendo y lo más importante, nos gustaría tener algún
vigilante porque hay muchos profesores amenazados y alguno ha sido agredido por algún alumno, en fin, la situación es insostenible.

Los políticos asienten y el mayor dice: desde luego sí que están ustedes mal, intentaremos arreglar estos problemas antes del inicio del
próximo curso, intentaremos, pero no le prometo nada porque estamos en crisis y ya sabe cómo están los presupuestos...

       Acto seguido van a una cárcel... y el director les dice: tenemos problemas, por favor ayúdennos, una de las 320 televisiones de plasma no
funciona, el agua sale caliente pero cuando se duchan varios reclusos a la vez le falta un poco de fuerza, 2 de los 34 canales de TDT se pixelan de vez
en cuando, los fines de semana el acceso a Internet va algo más lento y lo más importante, con la parabólica vemos 486 canales, pero los de Digital +
no se ven porque son de pago y claro, nos perdemos los partidos de fútbol,
las buenas películas y el Play Boy.

       El político mayor dice: no se preocupen, ningún problema, les aseguro que la semana próxima todo estará solucionado, déjenlo en mi mano.

       Al salir, el político joven le dice al mayor: Hombre, hay algo que no entiendo, no les promete nada a los del colegio, que están fatal, y en
cambio a los de la cárcel les ha prometido que todos sus problemas se solucionarán pronto... por qué?

       Y el político mayor le contesta...:
       ¿Tú vas a volver al colegio?

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